miércoles, 3 de abril de 2013


Desarrollo embrionario y fetal

Cuando el espermatozoide se deposita en la vagina, viaja a través del cuello uterino a las trompas de Falopio.

ZIGOTO

Cuando un espermatozoide penetra el óvulo de la madre, la célula resultante se denomina zigoto. El zigoto contiene toda la información genética (ADN) necesaria para convertirse en un bebé. La mitad de esta información genética proviene del óvulo de la madre y la otra mitad del espermatozoide del padre. El zigoto emplea los siguientes días para bajar a través de la trompa de Falopio y se divide para formar una bola de células.
BLASTOCISTO

El zigoto continúa dividiéndose, creando un grupo interno de células con una envoltura externa, etapa que se denomina "blastocisto". El grupo interno de células se convertirá en el embrión, mientras que el grupo externo pasará a convertirse en las membranas que lo nutren y lo protegen.
El blastocisto alcanza el útero alrededor del quinto día y se implanta en la pared uterina aproximadamente al sexto día. En ese momento en el ciclo menstrual de la madre, el revestimiento del útero ha crecido y está listo para brindar soporte al feto. El blastocisto se adhiere fuertemente al revestimiento, donde recibe nutrición a través del torrente sanguíneo de la madre.


Las células del embrión ahora se multiplican y comienzan a ocuparse de sus funciones específicas. Este proceso se llama diferenciación y conduce a los diversos tipos de células que conforman un ser humano (como las células sanguíneas, renales y nerviosas).
Hay un rápido crecimiento y las principales características externas del bebé comienzan a tomar forma. Es durante este período crítico de diferenciación (la mayor parte del primer trimestre) que el bebé en desarrollo es más susceptible a daños. Los siguientes factores pueden interferir con el desarrollo del bebé:
  • El alcohol, ciertos medicamentos recetados o drogas estimulantes y otras sustancias que causan anomalías congénitas.
  • Infección (como rubéola o citomegalovirus)
  • Deficiencias nutricionales
  • Radiografías o radioterapia

CAMBIOS SEMANA POR SEMANA:

El período de tiempo entre la concepción y el nacimiento durante el cual el feto crece y se desarrolla dentro del útero de la madre se denomina gestación. En los humanos, la duración del embarazo, o edad gestacional, es el tiempo medido desde el primer día del último ciclo menstrual de la mujer hasta la fecha actual y se mide en semanas. La edad gestacional también se puede denominar edad menstrual.
Si usted quedó en embarazo usando tratamientos para la esterilidad llamados tecnología reproductiva asistida, la edad gestacional se determina agregando dos semanas a la edad de la concepción.
La siguiente lista describe cambios específicos que ocurren en el útero:
  • Semana 5 del embarazo (edad gestacional)
    • El cerebro, el corazón y la médula espinal comienzan a desarrollarse.
    • El tubo digestivo comienza a desarrollarse.
  • Semanas 6 a 7 del embarazo (edad gestacional)
    • Las yemas o brotes de brazos y piernas se vuelven visibles.
    • El cerebro se transforma en 5 áreas y algunos nervios craneales son visibles.
    • Comienza el desarrollo de las estructuras del ojo y del oído.
    • Se forma tejido que se ha de convertir en las vértebras y algunos otros huesos.
    • El corazón continúa desarrollándose y ahora late a un ritmo regular.
    • La sangre rudimentaria se desplaza a través de los vasos mayores.
  • Semana 8 del embarazo (edad gestacional)
    • Los brazos y las piernas se han alargado y se pueden distinguir las áreas de los pies y de las manos.
    • Las manos y los pies tienen dedos (dígitos), pero pueden aún estar adheridos por membranas.
    • El cerebro continúa formándose.
    • Los pulmones comienzan a formarse.
  • Semana 9 del embarazo (edad gestacional)
    • Se forman los pezones y folículos pilosos.
    • Los codos y los dedos de los pies son visibles.
    • Todos los órganos esenciales se han comenzado a formar.
  • Semana 10 del embarazo (edad gestacional)
    • Los párpados están más desarrollados.
    • Las características externas del oído comienzan a tomar su forma final.
    • Continúa el desarrollo de las características faciales.
    • Los intestinos rotan.
El final de la décima semana marca el final del "período embrionario" y el comienzo del "período fetal".
  • Semanas 11 a 14 del embarazo (edad gestacional)
    • Los párpados se cierran y no se vuelven a abrir casi hasta la semana 28.
    • La cara está bien formada.
    • Las extremidades son largas y delgadas.
    • Los genitales aparecen bien diferenciados.
    • Los glóbulos rojos se producen en el hígado.
    • El tamaño de la cabeza corresponde casi a la mitad del tamaño del bebé.
    • El bebé puede empuñar los dedos.
    • Aparecen los brotes dentarios para los dientes del bebé.
  • Semanas 15 a 18 del embarazo (edad gestacional)
    • La piel es casi transparente.
    • Se desarrolla un vello fino en la cabeza denominado lanugo.
    • El meconio se produce en el tracto intestinal.
    • Se ha desarrollado más tejido muscular y óseo, y los huesos se vuelven más duros.
    • El bebé comienza a hacer movimientos activos.
    • El hígado y el páncreas producen secreciones líquidas.
    • El bebé hace movimientos de succión con la boca.
  • Semanas 19 a 21 del embarazo (edad gestacional)
    • El bebé puede oír.
    • El bebé efectúa más movimientos.
    • La madre puede sentir una agitación en la parte baja del abdomen.
  • Semana 22 del embarazo (edad gestacional)
    • El lanugo cubre todo el cuerpo.
    • Aparecen las cejas y las pestañas.
    • Aparecen las uñas en pies y manos.
    • El bebé está más activo y tiene mayor desarrollo muscular.
    • La madre puede sentir al bebé moviéndose.
    • Los latidos cardíacos fetales se pueden escuchar con un estetoscopio.
  • Semanas 23 a 25 del embarazo (edad gestacional)
    • La médula ósea comienza a producir células sanguíneas.
    • Se desarrollan las vías respiratorias bajas de los pulmones del bebé, pero aún no producen agente tensioactivo (una sustancia que permite que los alvéolos se abran para el intercambio gaseoso).
    • El bebé empieza a almacenar grasa.
  • Semana 26 del embarazo (edad gestacional)
    • Las cejas y las pestañas están bien formadas.
    • Todas las partes del ojo están desarrolladas.
    • El feto presenta el reflejo prensil y de sobresalto.
    • Se comienzan a formar las huellas de la piel plantar y de la piel palmar.
    • Se forman los alvéolos pulmonares.
  • Semanas 27 a 30 del embarazo (edad gestacional)
    • Se presenta desarrollo rápido del cerebro.
    • El sistema nervioso está lo suficientemente desarrollado para controlar algunas funciones corporales.
    • Los párpados se abren y se cierran.
    • El sistema respiratorio, aunque inmaduro, se ha desarrollado al punto de permitir el intercambio gaseoso.
  • Semanas 31 a 34 del embarazo (edad gestacional)
    • Se presenta un aumento rápido en la cantidad de grasa corporal.
    • Se presentan movimientos respiratorios rítmicos, pero los pulmones no están totalmente maduros.
    • Los huesos están completamente desarrollados, pero aún son blandos y flexibles.
    • El cuerpo del bebé comienza a almacenar hierro, calcio y fósforo.
  • Semana 38 del embarazo (edad gestacional)
    • El lanugo comienza a desaparecer.
    • Se presenta un aumento en la grasa corporal.
    • Las uñas de las manos alcanzan las puntas de los dedos.
  • Semanas 39 a 42 del embarazo (edad gestacional)
    • El lanugo desaparece excepto en la parte superior de los brazos y en los hombros.
    • Las uñas de las manos se extienden más allá de las puntas de los dedos.
    • Se presentan pequeñas yemas o brotes mamarios en ambos sexos.
    • El cabello de la cabeza ahora es más grueso y áspero.

martes, 2 de abril de 2013


Malformaciones congénitas

Las malformaciones congénitas son alteraciones de la anatomía humana o del funcionamiento del organismo que pueden ser de causa genética, ambiental, nutricional o tóxica.

Estos factores actúan en el embrión durante su crecimiento en el vientre materno o incluso antes de la concepción del mismo. El término congénito quiere decir que la malformación se manifiesta desde el nacimiento, independientemente de si la lesión se produjo durante el desarrollo del embrión, el parto, o por un defecto genético.




La mitad de las malformaciones pueden prevenirse si se actúa a tiempo, esto implica un principio de responsabilidad moral para toda la sociedad para poner los medios que sean necesarios para detectar y tratar dichas alteraciones a tiempo.

Causas principales y factores de riesgo de las malformaciones congénitas

La mayoría de las embarazadas da a luz a bebés normales y sanos. Sin embargo hay factores que incrementan las posibilidades de que aparezcan ciertas complicaciones, como el aborto, el parto prematuro y también las malformaciones.
Es importante indicar que la gran mayoría de las malformaciones congénitas son de causa desconocida. Solo un 40-30% se pueden asociar a algún factor conocido. De éstos los más frecuentes son:

Trastornos genéticos y cromosómicos. Estas malformaciones vienen determinadas por la información genética del bebé. Podría suceder que no haya ningún caso en la familia y se trate de una alteración espontánea, como ocurre con las mutaciones. O puede ocurrir que la alteración sea aportada por la información genética los padres; en este caso se trataría de una enfermedad hereditaria
• La edad de la madre en el momento de la concepción.
• El ambiente, como por ejemplo las radiaciones ionizantes, los rayos X…
• El  consumo de sustancias tóxicas como el alcohol. Si la madre bebe en exceso, el niño corre riesgo de sufrir el llamado síndrome alcohólico fetal, que consiste en anormalidades en la cara, defectos del corazón, de las articulaciones y de los miembros, alteraciones intelectuales y problemas en el crecimiento del bebé.
• Algunos fármacos. Es importante que la embarazada tenga en cuenta que la mayoría de los medicamentos que consuma van a afectar también al bebé. Por eso, solo hay que tomar aquellos fármacos que el médico haya aprobado. En general, los medicamentos van a ser más peligrosos durante el primer trimestre del embarazo, ya que es cuando tiene lugar la mayor parte del desarrollo embrionario y el feto es más vulnerable.
• Ciertas enfermedades o infecciones maternas que pueden afectar al feto.
• Cabe destacar de entre todos estos factores el de la alimentación materna al que luego se hará referencia y se explicará de manera más detallada.

Principales malformaciones congénitas

Existen multitud de tipos de malformaciones congénitas que pueden afectar a cualquier parte de la anatomía humana. A continuación se citan las más importantes y características:
• Malformaciones congénitas del sistema nervioso
Anencefalia y encefalocele
Espina bífida
Microcefalia
• Malformaciones congénitas del ojo, del oído, de la cara y el cuello
 - Entropión y entropión congénitos
Micro y macroftalmias
Catarata congénita
Coloboma de iris
Ausencia congénita de pabellón auditivo
Orejas supernumerarias
Malformaciones congénitas del sistema circulatorio
Transposición de los grandes vasos
Tetralogía de Fallot
Síndrome de Eisenmenger
Valvulopatías congénitas
• Malformaciones congénitas del sistema respiratorio
Atresia de coanas
Laringomalacia congénita
Quiste pulmonar congénito
Secuestro de pulmón
Hipoplasia y displasia pulmonar
• Fisura del paladar y labio leporino
• Otras malformaciones congénitas del sistema digestivo
Macroglosia
Atresia de esófago
Hernia de hiato congénita
Divertículo de Meckel
Atresia de los conductos biliares
Enfermedad quística del hígado
Páncreas anular
• Malformaciones congénitas de los órganos genitales
 - Ausencia, quiste o torsión de ovario
 - Útero unicorne y bicorne
 - Ausencia congénita de la vagina
 - Himen imperforado
 - Testículo no descendido
 - Hermafroditismo y pseusohermafroditismo
• Malformaciones congénitas del sistema urinario
 - Agenesia renal y Síndrome de Potter
Enfermedad quística del riñón
Hidronefrosis congénita
Riñón supernumerario
Persistencia del uraco
Divertículo congénito de la vejiga
• Malformaciones y deformidades congénitas del sistema Osteomuscular
 - Luxación congénita de la cadera
 - Pie plano congénito
 - Pie cavus
Dolicocefalia
 - Plagiocefalia
 - Escoliosis congénita
 - Tórax excavado
 - Polidactilia
 - Sindactilia
 - Ausencia congénita completa del (de los) miembro(s) superior(es) o inferior(es)
 - Focomelia
 - Craneosinostosis
 - Hipertelorismo
 - Acondroplasia
 - Síndrome de Ehlers–Danlos
 - Malformaciones congénitas de la piel




Fecundación 


El proceso de fecundación precisa de las siguientes fases que detallamos a continuación:

 • Penetración de la corona radiada:


De los 200 o 300 millones de espermatozoides depositados a través de la vagina, solamente entre 300 y 500 llegan al punto de fecundación. En esta etapa se supone que la hialuronidasa (capaz de hidrolizar el ácido hilaurónico, mucopolisacárido abundante en la zona pelúcida y en la sustancia cementante de las células foliculares) provocaría la dispersión de las células de la corona, pero en la actualidad se piensa que son dispersadas por la acción combinada de enzimas de los espermatozoides y de la mucosa tubárica.


 • Penetración de la zona pelúcida:

Esta segunda barrera es atravesada con ayuda de enzimas, llamadas espermiolisinas, liberadas por el acrosoma. La liberación de estas espermiolisinas está asociada a una serie de cambios estructurales del espermatozoide, que afectan principalmente al aparato acrosómico. Es lo que se conoce como reacción acrosómica. En conjunto estos cambios constituyen el llamado proceso de activación del espermatozoide. Este proceso es desencadenado por sustancias difundidas desde el óvulo como las liberadas del gránulo acrosómico, que podría corresponder a las espermiolisinas. De las partes restantes del acrosoma, comienza a crecer el llamado filamento acrosómico, que se desarrolla en los espermatozoides activados. El espermatozoide mediante los movimientos de su flagelo empuja el filamento acrosómico hasta hacer contacto con la membrana celular del óvulo. Muchos espermatozoides no sufren la reacción acrosómica hasta que se han unido a los receptores de glicoproteina en la zona pelúcida. Después de la penetración de uno de ellos, la permeabilidad de la membrana se modifica por un proceso llamado reacción de zona.

 • Penetración de la membrana plasmática del ovocito:

La unión del primer espermatozoide a la membrana plasmática desencadena tres hechos: 
 - Formación del cono de fertilización o protusión en el citoplasma del óvulo. 
 - Los cambios iónicos (de calcio, sodio e hidrógeno) y el citosol causan una despolarización instantánea y temporal de la membrana. 
 - Los gránulos corticales expulsan su contenido al espacio que les rodea. Esta reacción cortical altera los receptores de glicoproteinas de la zona pelúcida, bloqueando la adherencia de más espermatozoides al huevo. 

 En cuanto el espermatozoo entra en contacto con la membrana del ovocito, se fusionan las dos membranas plasmáticas a nivel del cono de fertilización, entrando en el citoplasma ovocitario la cabeza, pieza intermedia y cola del espermatozoide, quedando la membrana plasmática detrás sobre la superficie del ovocito. Una vez dentro, el ovocito termina su meiosis II liberando el segundo corpúsculo polar y los cromosomas se colocan en un núcleo vesicular llamado pronúcleo femenino. Al propio tiempo, el ovoplasma se contrae y se hace visible un espacio entre el ovocito y la zona pelúcida llamado espacio perivitelino. El espermatozo avanza hasta quedar junto al pronúcleo femenino, se hincha su núcleo y forma el pronúcleo masculino. La cola se desprende de la cabeza y degenera. Antes de que tenga lugar la fusión de los dos pronúcleos (haploides y con 1n DNA, es decir con 23 cromosomas), cada uno debe duplicar su DNA. En caso contrario cada célula del cigoto en estado bicelular tendría la mitad de DNA de lo normal. Después de la síntesis de DNA, los cromosomas se colocan en el huso y los 23 paternos y 23 maternos se hienden longitudinalmente a nivel del centrómero (como en una división mitótica normal). Las mitades resultantes se segregan al azar y se desplazan a los polos opuestos, dando a cada célula el número normal de cromosomas y de DNA (2n). La célula se une en su zona central y el citoplasma se divide en dos partes. El óvulo fecundado es una nueva célula que vuelve a tener 46 cromosomas, ya que tendrá los 23 cromosomas del óvulo más los 23 del espermatozoide y se denomina huevo o cigoto que comenzará un viaje "de retorno" hasta implantarse en el útero.



 Embriología

La embriología, o mejor dicho en términos modernos, biología del desarrollo, es la rama de la biología que se encarga de estudiar la morfogénesis, el desarrollo embrionario y nervioso desde la gametogénesis hasta el momento del nacimiento de los seres vivos. La formación y el desarrollo de un embrión es conocido como embriogénesis. Se trata de una disciplina ligada a la anatomía e histología. El desarrollo de un embrión se inicia con la fertilización, que origina la formación del cigoto. Cuando finaliza el proceso durante el cual se generan todas las principales estructuras y órganos del producto (primer mes), el embrión se denominará feto. La teratología (Gr. teratos, monstruo) es la división de la embriología y la anatomía patológica que trata del desarrollo anómalo (anomalías congénitas). Esta rama de la embriología se relaciona con los diversos factores genéticos o ambientales que alteran el desarrollo normal y producen los defectos congénitos.